El comercio callejero en la colonia
Comercio Ambulatorio |
En los inicios de la edad moderna sucedió un acontecimiento que alteraría la historia de la humanidad. En 1492, el navegante genovés don Cristóbal Colón descubrió un nuevo continente, el mismo que concedería valiosos beneficios a los europeos, en especial a la corona hispana.
A consecuencia de estos hechos le permitió al reino de España crecer territorialmente y desarrollarse económicamente, convirtiéndose así en el imperio europeo más grande del siglo XVI.
Con la finalidad de tener la hegemonía y predominio de estas nuevas tierras descubiertas, el reino español propició el apoyo a soldados sin fortuna, marineros de paso, aventureros y desalmados, para que estos fueran los primeros pobladores del nuevo mundo y formar así una nueva sociedad en ultramar. Durante tres décadas aproximadamente los conquistadores en estas nuevas tierras de Castilla, crearon el caos y desgobierno, debido a que no estaban dispuestos acatar con las órdenes de la corona porque consideraban ilegal e injusta en cuanto al reparto de los botines y las entregas de las encomiendas.
La corona Ibérica en su afán por hacerse del poder político y económico de estas nuevas tierras, tuvo en primer lugar que ceder con muchos beneficios inmediatos y sobre todo otorgar indultos y conceder encomiendas y como segundo punto con la finalidad de dar solución a problemas fundamentales de las colonias, el rey Carlos V planifico la aplicación del sistema virreinal dictando “Las Nuevas Leyes” en Barcelona el 20 de septiembre de 1542 ([1]).
En las colonias del Perú, la distribución de las riquezas fue realizada por el conquistador don Francisco Pizarro, entre los primicerios soldados que llegaron con él. Esto originó que se formaran dos castas la primera se autodenominaron nobles caballeros e hidalgos, etc. De acuerdo a las concesión otorgada por la emperatriz Isabel, el 26 de junio de 1529, acto que se denomino “Capitulación de Toledo” ([2])
El segundo grupo, fue integrado como parte del pueblo de los que no gozaron de pingues beneficios teniéndose que dedicar a actividades que posteriormente le concederían grandes beneficios, es así que la mayor actividad a que se dedicaron estos hispanos fue el tráfico de mercaderías. La actividad comercial pasó a ser el verdadero tesoro, esto originó que en un sector importante de los inmigrantes ibéricos de los siglos XVI-XVII, ansiosos de fortuna y ante el escaso margen de acciones laborales existentes terminaron ejerciendo la actividad del comercio.
Al iniciarEn los inicios de la edad moderna sucedió un acontecimiento que alteraría la historia de la humanidad. En 1492, el navegante genovés don Cristóbal Colón descubrió un nuevo continente, el mismo que concedería valiosos beneficios a los europeos, en especial a la corona hispana.
Comercio Ambulatorio en la Colonia Pintura de Rugenda |
A consecuencia de estos hechos le permitió al reino de España crecer territorialmente y desarrollarse económicamente, convirtiéndose así en el imperio europeo más grande del siglo XVI.
Con la finalidad de tener la hegemonía y predominio de estas nuevas tierras descubiertas, el reino español propició el apoyo a soldados sin fortuna, marineros de paso, aventureros y desalmados, para que estos fueran los primeros pobladores del nuevo mundo y formar así una nueva sociedad en ultramar. Durante tres décadas aproximadamente los conquistadores en estas nuevas tierras de Castilla, crearon el caos y desgobierno, debido a que no estaban dispuestos acatar con las órdenes de la corona porque consideraban ilegal e injusta en cuanto al reparto de los botines y las entregas de las encomiendas.
La corona Ibérica en su afán por hacerse del poder político y económico de estas nuevas tierras, tuvo en primer lugar que ceder con muchos beneficios inmediatos y sobre todo otorgar indultos y conceder encomiendas y como segundo punto con la finalidad de dar solución a problemas fundamentales de las colonias, el rey Carlos V planifico la aplicación del sistema virreinal dictando “Las Nuevas Leyes” en Barcelona el 20 de septiembre de 1542 ([1]).
En las colonias del Perú, la distribución de las riquezas fue realizada por el conquistador don Francisco Pizarro, entre los primicerios soldados que llegaron con él. Esto originó que se formaran dos castas la primera se autodenominaron nobles caballeros e hidalgos, etc. De acuerdo a las concesión otorgada por la emperatriz Isabel, el 26 de junio de 1529, acto que se denomino “Capitulación de Toledo” ([2])
El segundo grupo, fue integrado como parte del pueblo de los que no gozaron de pingues beneficios teniéndose que dedicar a actividades que posteriormente le concederían grandes beneficios, es así que la mayor actividad a que se dedicaron estos hispanos fue el tráfico de mercaderías. La actividad comercial pasó a ser el verdadero tesoro, esto originó que en un sector importante de los inmigrantes ibéricos de los siglos XVI-XVII, ansiosos de fortuna y ante el escaso margen de acciones laborales existentes terminaron ejerciendo la actividad del comercio.
Al iniciarse en esta actividad, los inmigrantes hispanos de escasa liquidez económica tuvieron que verse en la necesidad de abarcar el comercio en menor escala y porque no decirlo, alguno en carácter ambulatorio, recorriendo ciudades y pueblos del nuevo continente.
Se puede señalar que no solo los aventureros, inmigrantes hicieron de ambulantes, mercachifles, buhoneros, o tratantes, prácticamente en todos los extractos sociales existentes en América hispana, vieron el comercio de una manera de lucrarse desde el Virrey al fraile, pasando por el encomendadero, funcionarios y profesionales dedicaron parte de su tiempo al negocio.
[2] Enciclopedia Temática del Perú.-Tomo 3-pag.23 Juan Antonio Del Busto Duthuburugse en esta actividad, los inmigrantes hispanos de escasa liquidez económica tuvieron que verse en la necesidad de abarcar el comercio en menor escala y porque no decirlo, alguno en carácter ambulatorio, recorriendo ciudades y pueblos del nuevo continente.
Se puede señalar que no solo los aventureros, inmigrantes hicieron de ambulantes, mercachifles, buhoneros, o tratantes, prácticamente en todos los extractos sociales existentes en América hispana, vieron el comercio de una manera de lucrarse desde el Virrey al fraile, pasando por el encomendadero, funcionarios y profesionales dedicaron parte de su tiempo al negocio.
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